Pero también la vida nos sujeta porque precisamente no es como la esperábamos.
J. Gil de Biedma, Las personas del verbo.
Eso me sujeta ahora, aunque me resulte paradójico (y revolucionario). Esa espera sin expectativas muy definidas pero con la certeza, aún visitante, de que sabré qué hacer con ella.
(Y sigo aprovechándome del blog para reafirmar esa sensación: es útil para mi dejarlo escrito y con la posibilidad -ya me sirve- de que alguien lo lea).
Ya véis, sigo con mi marea mental-pero no he cambiado de playa:O)-.
Ética y moral en el debate educativo actual
Fa 3 mesos
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